domingo, 17 de marzo de 2013

Tipos de esculturas Romanas


Retrato

Los retratos son una contribución que ha madurado mucho antes que en otros tipos de esculturas y que hicieron que el desarrollo de la escultura en Roma, se dividiera en dos campos, con diferentes patrones de evolución, el retrato y los otros tipos. Entre los retratos, el busto y la cabeza eran las formas más frecuentes. Retratos de cuerpo entero fueron menos comunes.


Estatuas

En el caso de la estatuaria cuando representaban los retratos del emperador en estado deificado, se observa una incongruencia entre la forma de representación del cuerpo y la cabeza. Mientras que la cabeza se mostraba a menudo con todos los signos del envejecimiento, los cuerpos estaban representados de acuerdo con los antiguos cánones de la escultura clásica griega, idealizados con una eterna juventud y fuerza. 

Se ha sugerido que en realidad se trataba de un acuerdo entre dos partes diferentes, una para representar el cuerpo en términos simbólicos y otra para la representación descriptiva de la cabeza con el fin de poder identificar claramente al personaje.


Sarcófagos

 En Roma se usó extensivamente sólo desde el siglo II, cuando la costumbre de la cremación de los muertos fue sustituida por el entierro.  Se dividió en algunos modelos diferentes;  Uno, el más común, era una caja decorada con relieves figurativos y con una cubierta más o menos lisa; Otro,  tipo mostraba otra cubierta también decorada, que podrían incluir los retratos escultóricos del cuerpo completo de los fallecidos. Y por ultimo un tercer tipo, confinado en Roma, tenía una decoración abstracta o floral y cabezas de animales, principalmente leones, en los extremos


Camafeos

Los camafeos son los más lujosos, limitados a las clases altas y eran usados generalmente como joyas. Tallados en piedra semipreciosa como la ágata, jaspe, amatista y ónix, están considerados esculturas en miniatura


domingo, 10 de marzo de 2013

Periodo helenístico.

El cuarto y último periodo de la escultura griega es el de difusión, también llamado alejandrino y helenístico por corresponder a la época del helenismo.

En él, las escuelas salen de Grecia y se distinguen sobre todo por su realismo, alguna exageración en las actitudes, predilección por las escenas trágicas/dolorosas y cultivo por el retrato.

La escuela de Alejandría se distinguió por los asuntos simbólicos o alegóricos y los rústicos o campestres que fueron objeto de sus relives y estatuas.
Podemos encontrar:
Toro farnesio.


Laconte y sus hijos.

Gálata moribundo.

Periodo clásico.

El tercer periodo señala el apogeo de la escultura, siendo Fidias el que la llevó a su esplendor.
Pero antes de eso forman una especie de transición los escultores Calamis y Mirón, que vencen la rigidez del periodo anterior dando a las figuras delicadeza, gracia y expresión de movimiento.

Fidias es considerado escultor de los dioses, ya que nadie como él en el mundo antiguo supo dar a sus creaciones actitud noble y serena y sello de lo divino sin que le hiciera falta el simbolismo. Algunas de sus obras fueron:

Lucha entre lápitas y centauros.


Atenea.

Policleto, un condiscípulo de Fidias, también alcanzó mucha fama. Notable por la corrección en el dibujo, finura en los detalles y expresión noble de la fuerza y forma humanas. Policleto fijó el canon escultórico, que más tarde fue modificado. Ambos artistas se consideraron genios superiores de la escultura.

Los imitadores de Fidias constituyen la escuela de tradición ática o jónica, y podemos encontrar entre las mejores obras la siguiente:

Cariátides de Erecteión.
A la misma tradición se hace corresponder el brocal de pozo que guarda el Museo Arqueológico Nacional de España, y es conocido como el Puteal de la Moncloa.

Entrado ya el siglo IV a.C,  la escultura toma un carácter realista que degenera en sensualismo al buscar el sentimiento, la gracia y la delicadeza en vez de la grandiosidad y elevación. De esta época son varios Faunos, Afroditas, Dionisos y Apolos sin las formas atléticas de tradición dórica. Algunas obras son:

Venus de Milo.
Afrodita de Cnido.

Periodo arcaico.

El segundo periodo de la escultura de la Antigua Grecia se caracteriza por la independencia que el arte griego, ya formado, realiza respecto de imitaciones orientales y por el tipo atlético dado a sus estatuas, las cuales representan vencedores en los juegos olímpicos.

Están las llamadas escuelas áticas de influencia dórica, que seguían la tradición jónica en el plegado de los paños con mucha finura y exceso de simetría.
Las escuelas propiamente dóricas se reducen a tres ciudades situadas en el Peloponeso que forman la llamada escuela argivo-sicionia, la cual labró las estatuas atléticas de bronce. En Asia Menor y las islas del mar Egeo continúan vivas las imitaciones orientales y aún se observa alguna rigidez, uniformidad y falta de expresión en las figuras con cierta sonrisa amanerada e inexpresiva, lo cual es distintivo del periodo arcaico.

En la escultura griega arcaica se mantienen aún rasgos rígidos con composiciones geométricas y cerradas respetando la ley de frontalidad. Se creó un convencionalismo formal de la figura tendente a su geometrización con los brazos rectos y pegados al cuerpo, la anatomía muscular marcada y un pelo largo y recto con corte rectangular que enmarca ojos almendrados y orejas en forma de voluta. Las vestimentas de las mujeres eran policromadas y con motivos geométricos.

Korai.

Periodo de formación.

Como hemos dicho en la entrada anterior, la escultura se divide en cuatro periodos, y éste es el primero.

En el primer periodo, tras los rudimientos ídolos de madera (xoanon), planos por delante y por detrás y redondeados en los bordes; y tras las primeras estatuas de mármol de tosco labrado y a modo de columnas,  el arte va recorriendo un camino de progreso.

Este camino empieza en las escuelas jónico-asiáticas de Samos y Quíos y sigue en la dórica del Peloponeso a principios del siglo VI.

Las jónicas se distinguen por la elegancia y simetría en el plegado de los paños; y la dórica por la robustez y el aspecto varonil de las figuras. No obstante, en la escuela dórica se hace menos visible la influencia asiática y se revela ya el espíritu de independencia, sobre todo en la talla de sus desnudos.

Afrodita, Pan y Eros.

Escultura griega.

La escultura es un ámbito que se desarrolló mucho en la Antigua Grecia y que alcanzó el ideal de belleza artística. Cultivó todos los géneros de escultura; utilizando sobre todo mármol y bronce, y tratando sobre todo asuntos mitológicos y guerreros.

Se suele dividir en cuatro periodos históricos:

  • Periodo de formación. (620 a.C - 540 a.C)
  • Periodo arcaico. (540 a.C - 460 a.C)
  • Periodo clásico. (hasta finales del siglo IV a.C)
  • Periodo de difusión. (323 a.C - 146 a.C)
Durante estos periodos se cultivó con una admirable perfección la glíptica, es decir, el arte de tallar o grabar las piedras finas.

Se tomó como patrón el escarabeo de los egipcios en vez del jeroglífico, y aunque desde el siglo V a.C se fue abandonando esta forma, conservó siempre el corte oval y convexo en las gemas grabadas. Los más famosos son:                                                                                                                                                                   






Ambas son consideradas obra helenística de Alejandría.








Copa de los Ptolomeos.


La glíptica griega y romana no ha podido ser superada nunca, ni si quiera por el arte moderno.











  
También sobresalió en el arte de la coroplastia, estatuas y relieves de barro cocido. Destacan las estatuitas de Tanagra y de Mirina por sus acabados perfiles.

Las mejores obras datan entre los siglos IV y III a.C, pero ya empezaron en el VI a.C y siguieron en la época romana. 

Las características de la escultura griega en los mejores tiempos del arte son: la expresión de la realidad idealizada, la regular proporción orgánica, el alejamiento de lo vago y monstruoso, precisión de contornos y detalles y la armonía, belleza y finura en la ejecución.

jueves, 28 de febrero de 2013

Escultura romana




La escultura de Roma, se desarrolló en toda la zona de influencia romana, con su foco central en la metrópolis, entre los siglos VI a. C. y V. En origen derivó de la escultura griega, principalmente a través de la herencia de la escultura etrusca, y luego directamente, por contacto con las colonias de la Magna Grecia y la propia Grecia, durante el periodo helenista  La tradición griega siguió siendo una referencia constante durante todo el curso del arte escultórico en Roma, pero contradiciendo una creencia antigua y extendida de que los romanos eran sólo meros copistas, ahora se reconoce que no sólo fueron capaces de asimilar y desarrollar sus fuentes con maestría, sino también aportar una contribución original e importante a esta tradición, visible especialmente en el retrato, género que consiguió un gran prestigio y que dejó ejemplos singulares de gran técnica y de alta expresividad, y en la escultura decorativa de los grandes monumentos públicos, donde se desarrolló un estilo narrativo de gran fuerza y carácter típicamente romano.

Tras la consolidación del imperio romano, otras influencias extranjeras, sobre todo orientales, determinaron una progresiva separación del canon griego hacia una simplificación formal de tendencia abstracta, que estableció las bases del arte bizantino, paleocristiano y medieval. Este proceso, sin embargo, se intercaló con varios períodos de recuperación del clasicismo, que además de fortalecer el vínculo simbólico con el pasado fueron útiles para el mantenimiento de la cohesión cultural y política del vasto territorio. Ni siquiera la cristianización del imperio pudo determinar la exclusión de referencias a la escultura clásica romana pagana, y hasta el siglo V, cuando la unidad política se rompió definitivamente, los modelos clásicos siguieron siendo imitados, pero adaptados a los temas del nuevo orden social, político y religioso que se había instaurado.




Danza romana




En el ámbito romano, los ritos religiosos en los que el baile constituía un elemento principal se iniciaron a la manera de los griegos, aunque a continuación degeneraron para convertirse en las llamadas danzas orgiásticas, que eran características de las fiestas de Baco, las bacanales. Con la aparición y consolidación del cristianismo se produjo una radical remisión de este tipo de manifestaciones  que prácticamente desaparecieron, si bien la danza popular se introdujo progresivamente en las celebraciones cristianas, incluso en el interior de los templos.





Danza griega



En este vídeo podemos ver una pequeña demostración de una danza de origen griego. en este caso se corresponde con una danza llamada Sirtaki.

Ésta no es una danza griega tradicional. De hecho, fue creado en 1964 para la película Zorba El Griego. En ella se mezclan las versiones lentas y rápidas de la danza de Hasapiko (Hasápikos, Chasápikos).

Una característica distintiva de la danza y de la música de Sirtaki es su aceleración. El nombre Sirtáki viene de la palabra griega syrtos, nombre dado a un grupo de danzas griegas tradicionales del estilo "fricción supuesta" o de "mezcla" (en comparación con pidikhtos, que es estilo de saltar). Sin embargo, el Sirtaki incorpora syrtos (en su parte más lenta) y elementos de los pidikhtós (en su parte más rápida).

Este segundo vídeo es una demostración del TSESTOS