domingo, 10 de marzo de 2013

Periodo arcaico.

El segundo periodo de la escultura de la Antigua Grecia se caracteriza por la independencia que el arte griego, ya formado, realiza respecto de imitaciones orientales y por el tipo atlético dado a sus estatuas, las cuales representan vencedores en los juegos olímpicos.

Están las llamadas escuelas áticas de influencia dórica, que seguían la tradición jónica en el plegado de los paños con mucha finura y exceso de simetría.
Las escuelas propiamente dóricas se reducen a tres ciudades situadas en el Peloponeso que forman la llamada escuela argivo-sicionia, la cual labró las estatuas atléticas de bronce. En Asia Menor y las islas del mar Egeo continúan vivas las imitaciones orientales y aún se observa alguna rigidez, uniformidad y falta de expresión en las figuras con cierta sonrisa amanerada e inexpresiva, lo cual es distintivo del periodo arcaico.

En la escultura griega arcaica se mantienen aún rasgos rígidos con composiciones geométricas y cerradas respetando la ley de frontalidad. Se creó un convencionalismo formal de la figura tendente a su geometrización con los brazos rectos y pegados al cuerpo, la anatomía muscular marcada y un pelo largo y recto con corte rectangular que enmarca ojos almendrados y orejas en forma de voluta. Las vestimentas de las mujeres eran policromadas y con motivos geométricos.

Korai.

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